Las sirenas (en griego antiguo, Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez
En Medio Oriente: Las primeras historias conocidas sobre sirenas apareció en Asiria, antes del 1000 AC. El hecho de representarla con medio cuerpo de pez se debe a la leyenda referida por Diodoro Sículo en la que Derceto ofendió a Venus y entonces la diosa le inspiró amor hacia un pastor. De este amor nació una niña, Semíramis, que llegaría a ser reina de Babilonia. Después de nacer su hija, también por obra de Venus, acabó el amor. Derceto, llena de ira, abandonó a su hija, hizo matar al hombre a quien había amado y se arrojó al agua dispuesta a suicidarse, lo que los dioses no permitieron. Así dio origen a su morfología anfibia.
En las Islas Británicas: Las sirenas se observaron en el folclor británico como presagios de mala suerte. Las sirenas también podría nadar en agua dulce y llegar hasta los ríos y lagos y ahogar a sus victimas, haciéndoles creer que eran personas que se estaban ahogando. En ocasiones, las sirenas podrían curar enfermedades. Algunas sirenas eran descritas como monstruos grandes de hasta 600 m. En la mitología escocesa, hay una sirena llamada ceasg o "doncella de las olas".
En China: En algunos cuentos antiguos, las sirenas son una especie especiales cuyas lágrimas se convierten en perlas preciosas. Es más, las sirenas también puede tejer un material muy valioso que no sólo es ligero sino que también hermoso y transparente. Debido a esto, los pescadores siempre tenían ganas de agarrarlas, pero era muy difícil hacerlo, por el canto de las sirenas. En otras leyendas chinas, las sirenas son unas criaturas maravillosas, hábiles y versátiles, y los pescadores que deseaban capturarlas se veía como negativo.